miércoles, 26 de febrero de 2014

Eremofobia

Inspiración por pura desesperación: estoy cachonda a nivel espiritual.
Me he enamorado de ti y me he dado cuenta de que he llegado a la frontera de mis posibilidades. Porque en ocasiones tus  ‘hard limits’ son las cosas más absurdas que te puedas imaginar.
Te he visto desde el borde de mi periferia, se me han caído los esquemas; no sé a qué aferrarme: el pánico me ha paralizado. Todavía no entiendo por qué algunos ven belleza donde yo sólo veo locura; por qué otros ven amor donde yo  simplemente visualizo una vía de escape basada en el apego a mis proyecciones.
“El amor -decía Pablo d’Ors- es pura y llanamente confianza. Y práctica, claro, porque la confianza también se ejercita.”
Tengo miedo a mis emociones porque en otras ocasiones en que he confiado lo he hecho por pura necesidad de tener un suelo bajo mis pies, he confundido confiar con necesitar pertenecer, y han abusado de mí de una forma poco poética.
Y no me culpo, ni te culpo, de algo hay que morir (dijo el gato poeta en su séptima vida).
Es solo que me da miedo, y no sé que hacer con el miedo porque no puedo evitar sentirlo. Perdóname también si algún día confundo un te quiero con un te necesito o si me siento tan tuya que se me olvida ser yo, tampoco tengo la culpa de siglos de misoginia.
Aunque ser un poco de ti no sea tan malo ni necesitarte se me haga tan necesariamente terrible.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pestañeos