miércoles, 8 de mayo de 2013

Operación a corazón abierto.

Estar andando descalza sobre cristales me dolía mucho menos cuando consideraba certeza que eran de bohemia. Una especie de dolor dulce, que más que abrir las heridas las cicatriza. Ahora ya eliminada la certeza queda una especie de nada que me ahoga de todo.
Y me duele de forma distinta. Pero esta forma ya no es dulce. Esta forma es incómoda, es amarga, es verte sonreír y no matar si no morir. O ambas.
¿Porqué tenemos que ir tan a destiempo? No lo entiendo. Me niego a decir que conmigo serías más feliz porque odio comparar, pero lo serías. Y tanto. Nadie más te quiere hacer verso para después recitarte entre gemidos. Nadie. O eso espero.

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