lunes, 11 de febrero de 2013

Lo peor de los cuentos es cuando se acaban. Cuando el principe azul es gris y los 7 enanitos 7 gruñones y un perezoso. Para mi los cuentos nunca son del todo cuentos, si solo fuesen cuentos no los querríamos contar. Como tampoco te quiero contar esta catastrófica magia, ni los viajes ni las idas que buscan venidas por las avenidas de lo nuestro.
Lo peor de los cuentos es cuando la malvada bruja eres tú y la dulce princesa es otra, que por supuesto, siempre se queda con el príncipe, que sigue siendo gris, pero cada vez más rosa.
Cuando a Timón le falta Pumba y Simba supera la muerte de Mufasa porque se da cuenta de que la vida sigue. Cuando la Dama se vuelve Vagamunda por tu cuerpo y el espaguetti solo lleva a tus miserias. Cuando Pocahontas se sube al barco y deja solo a Joh Smith, pero a John Smith le da igual, porque la vida para él también sigue. Cuando Aragón nos dedica una comparsa y a nosotros nos da igual porque la vida sigue.  Que  la vida sigue siguiendo, lo sé, pero tú ya no estás para contártelo y le quita sentido al cuento.
No nos contaron que después del "Fin" viene el blanco y negro, el darte cuenta de que con las perdices te atragantas, pero al menos puedes contar que un día pudiste comértelas.

"Tú y yo, los dos a medias, bombardearemos Disneyland."

1 comentario:

  1. Simplemente no hay un fin sino un continuará... Y ese continuará está más lleno aún de cuentos, cuentos que te cuentan o tu misma te montas para no ver una triste realidad.

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