martes, 18 de diciembre de 2012

Tú y yo somos The Beatles.

Respétame a mi igual que yo tuve que aprender a respetarte, como respeté que te marchases y respeté que apenas volvieses a medias. Entiéndeme como yo entendí que tu forma de quererme eran las mil formas de perderme. Dejemos de lado esta orogénesis de sentimientos, este estar y no ser. Déjame. Deja de pedirme que busque basura en terreno barrido. Que no te ponga triste la idea de un amor imposible, todos los amores lo son. Que no te engañen con la improbabilidad. Necesitamos aferrarnos a la imposibilidad para creer que podemos hacerlo todo posible, para impulsarnos, para estrellarnos a 100 por hora, con una venda en los ojos y sin frenos, pero enamorados. Que ya ves tú, ¿Qué es el amor? Ponerle nombre a las canciones de amor, música al sexo, estribillo a tus pisadas. Un blues viejo, una melodía melancólica, un chica pop que salta de autobús en autobús buscando alguien que la haga corpórea. No sé, pero en eso del amor tu y yo somos los Beatles.

3 comentarios:

  1. Cierto, parece ser que somos expertos en hacer lo posible-imposible, cuando todo sale rodado en poner las trabas para hacerlo mas difícil y a un simple tronco en el camino lo vemos como una gran muralla infranqueable...
    Jejeje este lo escribiste mas largo, muy bonito te ha quedado. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. "Ponerle nombre a las canciones de amor, música al sexo, estribillo a tus pisadas" ¿La has escrito tú? Alucino

    ResponderEliminar

Pestañeos