Desde donde todo sabe a echar de menos.

Odio la sensación de estar en blanco. Y que me insistas cuando te digo que no. Odio que me vayan detrás y tú no dejas de hacerlo, de correr cuando me paro y parar cuando yo corro y así hacer que choquemos. No soporto que me envies sms diciéndome lo bien que me huele el pelo y me atosigues con sonrisas cuando yo quiero llorar. Odio que pienses que un sí es un no y un no es un sí, mucho más que veas todo como un quizás. No, no te soporto, si sigues así me voy a enamorar.